Jesús termina capítulo 5 de Mateo explicando cómo debemos amar a nuestro prójimo conforme al estándar de Dios. En una resumen de todo lo enseñado antes, Jesús demuestra que para ser como el Padre, tenemos que amar como el Padre nos ha amado.

Jesús enseña que todo cristiano debe ‘resistir la maldad.’ Pero ¿Qué significa eso? El Cristian es llamado a ser justo, pero no vengativo, y nuestra aceptación de ‘la maldad’ tiene todo que ver con mi orgullo y entender mi lugar en el reino de Dios.

Jesús describe en Mateo 5:33-37 sobre el juramento, pero Jesús está atacando una corrupción de la ley más allá que tiene que ver con la actitud que muestra su pueblo hacia la verdad.

En Mateo 5:31-32 en el Sermón del Monte, Jesús íntimamente vincula el adulterio con el divorcio, pero hay una verdad aún más profunda detrás de estos dos versículos que debemos considerar cuando leemos sobre el divorcio.

Al empezar hablar específicamente de la ley en el Sermón del Monte, Jesús enseña que si tenemos odio en nuestros corazones, estamos tan culpables de violar la voluntad de Dios como un asesino. Pero si somos condenados por algo tan fácil cometer, ¿Qué esperanza tenemos para ser salvos del infierno?

Jesús hace una transición de las bienaventuranzas de Mateo 5 a defender que Él nunca vino a cambiar la ley, y veremos que ciertamente usa la ley de aquí adelante para enseñar sobre el carácter de un cristiano verdadero que honra a Dios. Pero, ¿por qué la ley es tan importante a Jesús? y ¿Quién puede guardar la ley como dice la Biblia?